Ante la cada vez más extendida preocupación por las alteraciones que produce la actividad humana en el medio que le sirve de soporte, comienza a apostarse por la aplicación de criterios sostenibles, también en el proceso de ordenación del territorio y de las áreas urbanas.
Si lo que se pretende es la conversión hacia modelos sostenibles, resulta obvia la importancia de entender qué es la sostenibilidad. Conocido el concepto, resulta básico determinar qué aspectos definen un sistema para que pueda ser considerado sostenible y, recíprocamente, revelar qué sistemas no pueden ser considerados como tales: en estos casos, las causas identificarán la patología a corregir, y los efectos los impactos a eliminar. Esta tesis define esos aspectos generales, se centra en su aplicación concreta al ámbito de la planificación y define contenidos y técnicas para el desarrollo de una planificación basada en esos conceptos.
Entre sus conclusiones recoge que la sostenibilidad es el único proceso vital posible que permite que la existencia de los seres vivos, en particular la del hombre, se perpetúe en el planeta. Que éste únicamente es efectivo como procedimiento integral y no como suma de iniciativas desarrolladas de forma independiente. Que es urgente la conversión hacia la sostenibilidad de todos los componentes del sistema global que representa la Tierra, entre los que se incluye la planificación urbanística, por lo que las fórmulas tradicionales de planificación que obvian los estudios sobre equilibrio ambiental no deben ser admisibles. Que el cambio hacia una planificación sostenible comienza al aceptar que ésta forma parte de un sistema global, y termina al definir modos de vida integrados en el entorno que le sirve de soporte.