conceptualización e interiorización

La intervención se sitúa en la devastada mitad de una manzana que aparece en el borde de un gran espacio libre para, apropiándose de su única medianera y de sus alineaciones, convertirse en la ampliación de la misma, haciendo reaparecer una nueva manzana de mayor tamaño y perfectamente integrada en la estructura parcelaria general.

Si se pretende promover una actuación arquitectónica que derive de la “evolución natural” de un tejido urbano concreto habrá que, además de abstraer la morfología de éste (manzanas cerradas, compactas y con una alineación estricta), aprehender la forma en la que dichas manzanas se conforman, es decir, como suma de volúmenes (edificios) que, aunque en planta puedan componer conjuntos homogéneos, en alzado y sección son heterogéneos y descompuestos. Con esta intención, el edificio, cuyo enorme solar es equiparable a una manzana, conceptualiza la configuración de manzanas preexistente, presentándose en horizontal como un bloque compacto mientras que en vertical lo hace a través de diferentes prismas, cada uno de ellos con unas características físicas y técnicas definidas por las funcionales.

Bajo esta distribución volumétrica, esta biblioteca aparece como un conjunto centrípeto formado por una serie de piezas y funciones que giran en torno a un núcleo central desde el que se distribuye cualquier movimiento o actividad y se obtiene la mayor parte de las necesidades lumínicas. Esta organización deriva en una “interiorización” de los bloques que componen el edificio, aspecto esencial para un correcto funcionamiento del mismo. Pero este edificio encerrado en sí mismo también debe ser consciente del entorno en el que se ubica; así, es comprensible que, a pesar de su organización “interior”, no pueda ser ajeno a la gran plaza adyacente y deba asumir cierta frontalidad hacia ésta; también tiene la obligación de abrirse a aquellos ambientes exteriores que merezcan ser atrapados por el seno de una biblioteca de acuerdo con su estética tranquila y relajante. ¿El resultado? Un edificio asimétrico y centrípeto por un lado y frontal, horizontal y estratificado por otro, pero perfectamente articulado desde el punto de vista de la conceptualización urbana y de la interiorización arquitectónica.

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